Exchange Rate Policies for Developing Countries: Some Simple Arguments for Intervention
Tóm tắt
En el presente trabajo se examinan las opciones de la política de estabilización en una economía abierta y menos desarrollada, que esté sujeta a conmociones transitorias. Se hace hincapié en la política de tipos de cambio como instrumento de estabilización. Con un modelo simple, en el que las autoridades tratan de reducir al mínimo las fluctuaciones de la absorción en torno a cierto nivel sostenible, se demuestra que debe hacerse frente a las conmociones derivadas de la demanda agregada con tipos de cambio flexibles. La mejor manera de hacer frente a las conmociones derivadas de las fluctuaciones de la oferta consiste en intervenir en el mercado de divisas para mantener un tipo de cambio fijo. De producirse ambos tipos de conmociones, la mejor estrategia consiste en un sistema de flotación controlada, y el grado de intervencion estará positivamente relacionado con el predominio de las conmociones de oferta. La conmoción concreta de relación de intercambio analizada mediante un modelo en el presente trabajo, en supuestos sumamente limitadores, aboga en favor de un régimen de tipos de cambio flexibles. Incorporando una política monetaria activa, se demuestra que con tipos de cambio flexibles puros se logran automáticamente, por lo que se refiere a las conmociones de demanda, el mismo resultado que el obtenido por una autoridad monetaria cuya previsión fuera perfecta. En cuanto a las conmociones de producto, quizá se necesite una política crediticia interna apropiada, no sólo para contrarrestar el agotamiento de las reservas externas sino también para incrementar la oferta monetaria global. La mencionada reacción de política ante un déficit de balanza de pagos, que parece perfectamente diáfana en el contexto actual, parece perversa si se la considera en el marco de un modelo ortodoxo determinado por la demanda. Al estudiar las propiedades dinámicas del modelo resulta evidente que, a menos que las autoridades recurran a medidas crediticias, el recurso a las reservas no permite aplazar indefinidamente la necesitad de un ajuste real y no puede más que alterar la senda del ajuste. Cuando se utiliza una politica crediticia activa para contrarrestar los efectos producidos en la absorción por las conmociones de la oferta real, la mayor estabilidad se consigue sólo a costa de mayores fluctuaciones en las reservas externas.